Carta personal

Vallejo se refería a los momentos en que la muerte o el simple paso del tiempo nos dan una señal angustiosa, cual sacudida, cuando su temor existencial, su culpa personal y su dolor, le hicieron escribir que hay golpes tan fuertes en la vida, que nadie podía contra ellos y que él no sabia nada de eso.

Neruda le cantaba a la angustia, a la tristeza, a la ausencia y al recuerdo de una manera desesperada y melancólica. Mostraba a la perfección sus sentimientos hacia la vida y de esa manera él pudo escribir los versos más tristes una noche.

Yo comparto la inclinación hacia la escritura de ellos, pero ahora comparto más que nunca sus sentimientos. Y es que dejar ese lugar que me vio crecer por casi cuatro años no es muy lindo que digamos. Yo pensé que me sentiría bien luego de hacerlo, pero no es así. Es raro. Es como si me hubieran quitado algo y a la vez me hubieran dado otra cosa, pero no como una compensación, sino como un: toma mientras, para que te entretengas un rato. Y ese mientras tiene una duración difícil de adivinar.

Hola. Desde mañana ya no vendré tan seguido, ¿sabes?
Tengo que estudiar y, bueno, espero que me entiendas.
Esta decisión no ha sido fácil, no creas que lo he tomado a la ligera y que conmigo no es.
Claro que no. Todo lo contrario, he pensado mucho en esto.
Prácticamente he vivido aquí, conozco todos tus rincones y no me será fácil olvidarte.
Y no es que quiera hacerlo. Nada que ver. Si gracias a ti he crecido como persona.
Tú me enseñaste a ser respetuoso y responsable, y a ponerle un orden a mi vida.
Me diste más de lo que te pedí. Y te preguntaras por qué. Pues yo jamás hubiera pensado conocer tantísima gente y mucho menos poder relacionarme en la forma en que lo hice.
Por ti conocí personas extraordinarias. Por ahí debo haberme enamorado algunas veces y peleado algunas otras, como en todo lugar, pero tú eres especial.
Supongo que la única manera de agradecerte es quedándome a tu lado, pero siento decirte que no podré, lo que sí puedo es prometerte que esté donde esté, seré mejor de lo que fui contigo, y esa será mi manera de darte las gracias.
Me voy porque cumplí un ciclo, ¿no esperabas que me quedara para siempre, no?
Tengo que seguir creciendo y sé que tú me entiendes, claro que sí.
Eres parte de mí y lo sabes. Yo también te he visto crecer, he formado parte del grupo que te hizo salir adelante y estoy orgulloso de eso.
El pasado nos une, pocos sabemos eso. Me relacionarán contigo y a ti conmigo.
Gracias a ti decidí ser algo que soy y no me arrepiento.
Y no creas que podrás deshacerte de mí tan fácilmente. Soy parte de la familia y vendré a verte cada vez que pueda, a conversar un rato, a recordar, a vivir de nuevo.
Que te vaya bien, que te usen, que te cuiden, que te recuerden como yo.

PD. ¿Tú también te diste cuenta de cómo me mira la chica nueva del turno noche de spinnnig?

Gracias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Torociones

Veintiséis de noviembre del dos mil diez

Lección de humildad. Capitulo cuatro.