Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

La encontré en el camino

Imagen
Hola otra vez. Ahora sí no sé si me escuchas o no. No hay fe que valga la intención. Ahora solo sé que no quiero saber nada. No quiero pensar en nada. En nada que no seas tú. Esta vez no pondré que no sé qué escribir. Sería mentirte y, tú sabes, no es mi estilo. Puedo escribir tantas cosas. Puedo escribir tantas palabras como gotas contadas al parpadear. Me hiciste descubrir que no soy tan fuerte como creía o, por lo menos, no en este tipo de situaciones. He llorado como un bebé. Y no recuerdo cuándo fue la última vez que lo hice. Debería haber un curso en el colegio sobre cómo enfrentar este tipo de perdidas. De qué me sirven ahora las matemáticas. De qué me sirve tener tantas cosas en la cabeza. ¿Acaso hay una fórmula para devolver la vida? ¿Alguna teoría para la resurrección? ¿Acaso hay algo así? Por qué tu. Dime. Por qué no yo. ¿Alguien donde estás podría darme la respuesta? ¿Alguien donde estás podría venir un ratito a decirme que estás bien y a darme un abrazo? ¿Algún ang

Te regalo una rosa

Imagen
Hola, ¿me escuchas? Yo quiero pensar que sí porque en este momento la única vía que tenemos para comunicarnos es la fe. Esa con la que movimos montañas. Me acabo de enterar de que estas más mal que bien y no sabes cómo me abarrota la pena enterarme de eso. Tú no puedes estar pasando estos malos ratos. No deberías. Te quiero, ¿sabes? Eres de las pocas personas que se han ganado mi cariño. Un trabajo difícil que tú decidiste hacerlo fácil. Solo entraste, sin tocar ni preguntar. Puedes quedarte aquí dentro el tiempo que quieras. Las veces que he ido a verte no sabía lo que iba a encontrar, estaba angustiado. Pero tu actitud me tranquilizó mucho. Te vi bien, bueno, no tan bien, pero a pesar de las heridas mostrabas una fortaleza rara en ti. Te terminé de conocer en ese momento. Esos días que estuve contigo fueron raros. No sabía qué decirte, no sabía qué pensar. Solo fui  para decirte, con mi presencia, que puedes contar conmigo en las buenas y en las malas. Eres especial y lo s

Carta personal

Vallejo se refería a los momentos en que la muerte o el simple paso del tiempo nos dan una señal angustiosa, cual sacudida, cuando su temor existencial, su culpa personal y su dolor, le hicieron escribir que hay golpes tan fuertes en la vida, que nadie podía contra ellos y que él no sabia nada de eso. Neruda le cantaba a la angustia, a la tristeza, a la ausencia y al recuerdo de una manera desesperada y melancólica. Mostraba a la perfección sus sentimientos hacia la vida y de esa manera él pudo escribir los versos más tristes una noche. Yo comparto la inclinación hacia la escritura de ellos, pero ahora comparto más que nunca sus sentimientos. Y es que dejar ese lugar que me vio crecer por casi cuatro años no es muy lindo que digamos. Yo pensé que me sentiría bien luego de hacerlo, pero no es así. Es raro. Es como si me hubieran quitado algo y a la vez me hubieran dado otra cosa, pero no como una compensación, sino como un: toma mientras, para que te entretengas un rato. Y ese mien