Así pasa cuando sucede

He tenido peores días, no creas que eres especial. Días, por ejemplo, en los que he probado de la misma mano de la injusticia diversos manjares dolorosos e inexplicables. Días que me hicieron entender que no soy nada frente al universo, no opino, no valgo, no cuento, no juego. Días que no debieron serlo porque el sufrimiento no puede durar tanto, porque el cuerpo humano no puede resistir tan duros golpes, porque la vida no fue hecha para ser acribillada por las puntiagudas púas del horror, porque la naturaleza humana tiende a sonreir y, cuando no se puede, se hace lo imposible, y lo imposible suele suceder. Te usaré una vez más, querido blog, para liberar toda la furia contenida en este pechito mediante la largura de mis dedos. Te usaré como terapia, sí, como siempre te he usado. Porque me siento en la obligación de expresarme para liberar un poquito de rabia, y hoy quiero hacerlo. Hoy debo hacerlo. Hoy tengo que hacerlo. Mil veces me han derrotado pero no he aprendido mil le

Hola. Algunos ya sabrán que he conseguido un trabajo de esos que se te presentan solo una vez en la vida y que ando feliz por eso aunque no sea estable. Bueno la verdad es que me estaba costando adaptarme hasta que vi la cantidad de dinero que me depositaron en mi siempre violentada cuenta bancaria. En ese momento entendí el significado de la vida. Es una empresa grande cuyas características no voy a especificar tanto como he especificado los cuatro dígitos que estoy ganando temporalmente. Pero para los que me preguntan que se siente estar en ese entorno les diré que es como si se me hubiera adelantado el tiempo. Aquí, un poco del gran Andres Edery para que lo entiendan mejor. Y bueno eso fue un poco de lo que vivo en el trabajo. Entre otras cosas obviamente. Aparte de la subida de peso, el estres , las ganas de ir al baño, los envidiosos, los no envidiosos, los viejos sabelotodo, los guardias que te miran mal y te pasan ese palo que suena por todo el cuerpo, las horas de comer y las