Los últimos días de la democracia IV

Este domingo vota por ti, por tu desarrollo personal, para que, sea quien sea nuestro presidente, a  base de esfuerzo y trabajo, el 2016 seas una mejor persona que la que eres este sombrío 2011. - Luis Ascama

Análisis personal del proceso electoral actual: ¿Humala, Fujimori o yo?

Para terminar me gustaría ayudar a aclarar las penumbras que cubren el panorama electoral actual, por si aún no decidiste qué hacer con tu voto o por si estás dudando, espero que este análisis te sirva de algo.

Primero tiene que quedar claro que el hecho de poder elegir a un representante de una manera libre es un derecho y un deber cívico que no todos los países gozan, considerémonos afortunados. Votar por un gobernante es ejercer, valga la redundancia, el ejercicio de la democracia que tanto trabajo le ha costado al Perú obtener y mantener. Votar no es un juego, las elecciones consisten en votar por aquel candidato que represente mejor tus ideas, lo que no quiere decir que las represente al pie de la letra, eso no existe, peor aún si llegamos a entender que en política no existe nada ni nadie completamente limpio. Una vez entendido eso puedes elegir con total libertad entre uno de los candidatos, o ninguno, estás en todo tu derecho.

Quiero aclarar que este breve análisis lo hago desde una posición privilegiada para este tipo de situaciones, es decir, lo hago desde un punto medio, sin parcializar mi opinión, libre de pasiones y manteniendo la objetividad necesaria. Sin embargo tengo que aclarar que no comparo todas las ideas expresadas aquí.

Comenzaré por el orden de la primera vuelta.

¿Por qué votar por Ollanta Humala?

Porque en los últimos diez años se hizo muy poco por afianzar la débil institucionalidad que Alberto Fujimori destruyó y que le costó al Perú varios años de retroceso,  por eso es necesaria una reconstrucción institucional, comenzando por corregir los errores que tienen la actual constitución, la corrupción en las instituciones democráticas, etc. Porque el país necesita un cambio de mentalidad, necesitamos dejar de pensar que somos un país herido para pensar que somos un país en desarrollo. El Perú necesita descentralizarse, despolarizarse, hace falta alguien que gobierne para los pobres porque los ricos se gobiernan solos, hace falta alguien que tenga una política que acorte la distancia entre el sector E y el C, que redistribuya mejor la riqueza con inversiones del estado en obras para los pueblos más pobres, que elabore métodos laborales para que el ciudadano del sector E no siga sobreviviendo con una vida miserable y que se le dé las oportunidades de educación y de trabajo que se requiera de acuerdo a su contexto, en otras palabras que gobierne para los que más necesitan un gobierno.

Porque hay acuerdos y puntos específicos que necesitan ser revisados hablando de materia económica, entre otras cosas como el TLC con China, por ejemplo, gigante con el que podemos competir en cuestiones de alimentos pero que terminará por extinguir nuestra materia prima textil. La política que quiere establecer pondrá en primer lugar a las principales labores del estado que son fiscalizar, regular y cobrar tributos, esta política establece reglas claras, justas y equitativas para invertir en el país y terminar con la puerta abierta a los abusos y conveniencias de muchos de los inversionistas que ahora tienen miedo de perder su mina de oro, la oportunidad que representa un país que acaba de encontrar su rumbo y está indefenso. Esto no significa estatización, significa evitar monopolios y oligopolios, como los del grupo El Comercio, Telefónica o Alicorp. ¿Acaso parece casualidad que las familias más adineradas del país estén en contra de este candidato?

Porque no es un político tradicional y el país necesita a alguien que termine con el desorden social en el que vivimos gracias a los políticos tradicionales. Porque muchas personas que mueven el Perú solamente con sus ideas y aportes intelectuales están de su lado, y amenazan con derrocarlo si éste comete los errores propios de un autócrata. Porque los últimos pactos que ha firmado dejan en claro que ha entrado en razón, y son protocolos que ningún dictador ha hecho antes de entrar al poder. Porque el Perú no es Venezuela y mucho menos Ecuador, aquí los presidentes que han hecho las cosas mal los hemos hecho huir a punta de opinión pública, sociedad civil y prensa. Además aquí no existen las herramientas que sí tuvo, por ejemplo, Hugo Chávez, con respecto a grandes movimientos sociales y a una mayoría en el legislativo. Porque el miedo que influye y la desconfianza que genera su candidatura se basa en sospechas, conjeturas y supuestos que los medios convenidos se han encargado de difundir, además de que todo lo que se le atribuye a su probable gobierno ya lo vivimos en el gobierno de Fujimori. Y porque, de ser cierto su discurso, podría convertirse en uno de los mejores presidentes que haya tenido el Perú.

¿Por qué no votar por Ollanta Humala?

Porque su plan de gobierno es una utopía para un país como el nuestro, eso no necesita mayor explicación. Porque no genera confianza entre los inversionistas locales y extranjeros, entendiendo que la inversión en general es de vital importancia para que la economía del país siga creciendo, para evitar que el dólar suba más de la cuenta, lo que conlleva a serios problemas económicos y sociales, como la inflación y el aumento de los impuestos.

Porque está ligado de una u otra manera a Hugo Chávez, quien quiso hacer con el Humala del 2006 lo mismo que hizo con el Correa y el Zelaya de ese mismo año, y con el Evo del 2005, es decir, seguidores de su dictadura, sucursales de su poder. Probablemente la ayuda interesada de Chávez no haya terminado, a pesar de que ahora dicen que la colaboración es de parte de Luiz Inácio Lula da Silva, lo que vendría a ser igual o peor ya que, para los entendidos, Brasil se ha convertido en un país en extremo asistencialista que le regala dinero a sus pobres, que son muchos, para que sobrevivan y no se quejen.

Porque Ollanta Humala es sin duda el Capitán Carlos, un oficial del ejercito que lideró intentos de golpes de estado fallidos, uno de ellos como títere de Alberto Fujimori, además de ser cómplice de matanzas y compartir las trasnochadas opiniones de su familia. Porque ha intentado dos golpes militares y falló, y como para que lo sepas, Hugo Chávez, antes de entrar al poder, había liderado un golpe fallido en contra de Carlos Andrés Pérez en el año 92, sin embargo lo eligieron presidente y lo demás ya lo sabemos todos. Porque es un tipo que se aprovecha de que los dos últimos presidentes no han gobernado para los pobres y se lanza como imagen de un voto de protesta, en bandeja de plata. Porque no infunde ni un ápice de confianza y no ha hecho nada que merezca hacerlo presidente de un país. Es un extremista  anti sistema que puede atornillase en el poder, generar guerras y terminar por estancar al Perú separándolo del resto del mundo y acercándolo a la ALBA, una catástrofe.

¿Por qué votar por Keiko Fujimori?

Porque ella no es su padre, no insistas, no seas necio. ¿Acaso los errores se heredan o son una enfermedad genética? ¿Acaso crees que una opinión de ella iba a impedir que su padre tomara alguna de sus macabras decisiones? Yo no estoy dispuesto a cometer los mismos errores que cometió mi padre durante su vida, al contrario, estoy dispuesto a seguir lo bueno que haya hecho él, y no me digas que el gobierno de Fujimori no tuvo aciertos, eso sería muy egoísta. Además cuál es problema con que quiera y libere a su padre ¿acaso Alberto Fujimori está en una cárcel de máxima seguridad bajo tierra sin derecho a visitas? Está en un departamento de lujo y recibe a quien quiera visitarlo ¿acaso tenerlo dentro o fuera de la DIROES marca una diferencia? Que Fujimori debería estar en una cárcel, sí, pero no lo está, no sé si te diste cuenta.

Porque votar por ella es no implica ningún riesgo, ni para la economía, que está bien, ni para la democracia, que no puedo decir lo mismo. Además, por qué voy a arriesgar si así estoy  tranquilo. Votar significa que tendremos cinco años más de bonanza y tranquilidad económica que es lo que más importa al final de todo. Votar por ella es entendible, total, ya votamos por Alan García por el mismo miedo al mismo personaje. ¿Acaso no se está repitiendo la historia del 2006? ¿Acaso el Ollanta Humala de ahora es otro que el del 2006? Es fácil imputarle a Keiko los pasivos de su padre, siempre recurrimos a lo fácil.

Porque votar por ella es comprender que el sistema actual y el modelo neo liberal están dando los resultados previstos en el tiempo previsto. Este modelo económico no es milagroso, es un proceso a largo plazo que ha dado frutos en todo el mundo y en los países que hoy son potencias. Este modelo nos ha convertido en la envidia de todo el mundo que nos compara en crecimiento económico con la India, toda una hazaña. Porque entender esto es asimilar que no podemos vivir del pasado, del odio, del rencor, porque el pasado no nos va a dar de comer ni a nosotros ni a nuestros hijos, ni a los hijos de nuestros hijos. Porque no podemos jugar con el destino del país solamente porque algunos necios quieren que ni bien subimos un punto en el crecimiento económico se le dé dinero sin hacer nada, aquellos que creen que “distribuir la riqueza” es algo que sucederá literalmente. Además, dejando de lado las pasiones y el pasado oscuro que representa el fujimorismo, Keiko es, sin duda, el mal menor. Si el país está creciendo, para qué necesitamos un cambio.

¿Por qué no votar por keiko Fujimori?

Porque es la hija de uno de los tiranos más grandes de la historia de la humanidad, un dictador que tomó las decisiones más nefastas y radicales durante un gobierno donde ella también era partícipe y no ha hecho nada por desligarse de eso, sino que está orgullosa de haber sido parte del, para ella, mejor gobierno de la historia del Perú. Porque su padre degradó la educación hasta el más bajo nivel embruteciendo a mucha gente y convirtiendo a los jóvenes de ahora en seres superficiales, indiferentes e insensibles ante el mundo que los rodea. Porque está implicada en muchos delitos del régimen de su padre junto a la gran mayoría de los que ahora la acompañan pero que fueron absueltos, junto a ella, por la corrupción innegable del poder judicial.

Porque está acompañada de la misma escoria que apoyó y aplaudió todas y cada una de las macabras decisiones de su padre. 

Porque probablemente tenga el Complejo de Electra y esté enamorada de su padre, sino cómo explicar su indiferencia ante las torturas que sufrió su madre y preferir acompañar a su padre como Primera Dama. ¿Se entiende que abandonó a la mujer que le dio la vida, no? Porque si hace las cosas mal, los que se levantarán para derrocarla no serán los mismos que intentarían derrocar a Humala, sino sería la misma menoría perseguida que sacó a la luz los vladivideos y que ahora no tienen espacio en los grandes medios de comunicación. ¿Casualidad? Ya somos testigos de los despidos y renuncias forzadas en estos medios que están a favor de Keiko Fujimori. Además, quién es Keiko Fujimori, no es nadie.

Después de haber leído esto probablemente termines de entender la situación en la que estamos gracias a nuestra propia desidia, a nuestro propio desinterés, a nuestra propia indiferencia. Ojala entendamos de una vez que el Perú no es Lima y que si no cambiamos nuestra manera de vivir, nuestro estilo de vida, este tipo de situación se seguirá repitiendo. No sé si te has dado cuenta pero ya es la segunda vez que tenemos una situación similar y probablemente se siga repitiendo hasta que dejemos de pensar que el mundo gira a nuestro alrededor o hasta que gane el candidato que represente el voto de protesta. Lo digo porque me parece lo más lógico que gane Keiko Fujimori siendo ella la más parecida a los demás excandidatos y abiertamente la candidata del gobierno de turno.

Yo no voy a votar por ninguno de los dos, lamentablemente y contra mi voluntad, ejerceré el derecho a viciar mi voto, porque no puedo ir contra los valores cívicos y morales que aprendí desde mi niñez hasta mi juventud, y que tan orgulloso estoy de tener. No puedo votar por ninguno de ellos por toda la maldad que representan, sin embargo prometo ser parte, dentro de mis limitaciones, del frente que marque la oposición ante cualquier intento de autocracia por parte de cualquiera de estos dos personajes, porque el cáncer terminal y el sida no son nada comparado a vivir durante cinco años en estado vegetal. 

Imágenes de Andrés Edery.