Cartas de Soledad. Carta uno.

".. porque cuando haces las cosas bien se puede sentir el placer de lo correcto en cada poro de tu cuerpo.. "

Amaneció lloviendo el día que soledad decidió salir huyendo como si las primeras luces del día estuvieran en complicidad con el destino y se convirtieran en fuertes gotas para impedirle el camino hacia el más grande acierto de su vida. Pero el aguacero no fue más que una caricia en su rostro y en su cuerpo. Y, al verse lejos de casa, empapada de lluvia y lágrimas, bailó. Bailó y le salió una sonrisa mientras le escurrían empapados los trapos que cubrían su cuerpo. Bailó y sonrió como nunca lo había hecho, como si la libertad que estaba sintiendo le hiciera cosquillas con una pluma acariciándole el cuerpo, una pluma que ni la lluvia ni su llanto pudieron, al menos, humedecer y mucho menos desbaratar. Ella sabía que estaba haciendo bien las cosas porque cuando haces las cosas bien se puede sentir el placer de lo correcto en cada poro de tu cuerpo y ella así lo sentía.

Estar con ella era especial. Sentía que cada día con ella era un día más de conocerme a mi mismo. Yo crecía con ella y ella crecía conmigo. Me cambió la vida. Con ella leía, escribía, conversaba, cantaba, estudiaba, salía a caminar, a correr y hasta dormíamos juntos. Eramos un equipo y, como todo equipo, algún día teníamos que desbaratarnos porque siempre alguien tiene que dejarte, siempre alguien tiene que desprenderse de ti o de esos lazos de colores primarios. Total, nada es para siempre. Porque amar es desprenderse y de mi ya se han desprendido muchos.

Yo desperté esa mañana con un dolor en el cuello y otro en la espalda. Habían rastros de una fuerte lluvia por la ventana y un olor a humedad en el ambiente tan delicioso y tan cuatro de la mañana. Me levanté y casi de inmediato noté su ausencia. Se me deshizo el mundo como lo conocía. Ahora lo conozco de otra manera.

Me senté en el sofá, junté mis manos, apoyé mis codos sobre mis rodillas y mi barbilla en mis manos entrelazadas. Miré al vacío buscando un lugar y, sin pensar en llorar, una lágrima se apoderó de las pestañas que no querían parpadear para no mojar una mejilla no recuerdo de qué lado.

"Total, nada es para siempre. Porque amar es desprenderse.. "

Soledad me dejó a mi suerte. A lo que pueda hacer sin ella, a la nada. Traté de recordarla, le buscaba motivos a su partida pero como no los encontraba decidí abrir nuestro libro de poemas como para encontrar consuelo escribiendo y al abrirla cayó un papel. Allí encontré la primera carta.

< "Si estás leyendo esta carta es por que ya te diste cuenta que no estoy, que me he ido y que no volveré hasta que crea conveniente. Que no te sorprenda. Sabías que llegaría este día, lo sabías mejor que yo. Hoy llegaste a casa con el peso del mundo en tus hombros, el rostro perdido y un semblante defectuoso. Llegaste triste y molesto, la combinación perfecta para la destrucción. Hay días así, cuando las fuerzas del universo conspiran contra uno provocando una serie de eventos desafortunados de los cuales escapar es más fácil que agarrar el viento. Buscaste tus llaves en la maceta, te demoraste en abrir la puerta porque lo hiciste rápido y te equivocaste de combinación, entraste, dejaste la puerta abierta y olvidaste dejar la llave en la maceta; tiraste todo lo que tenías puesto y te soltaste en el sofá para quedarte dormido y así dejar de pensar un momento en eso que te tenía al borde de la locura. Dormido, el frío que entraba por la puerta abierta te hacía tiritar y acurrucarte aún más. Te movías de un lado y te quedabas del otro, y en tu rostro aún se leía, persistente, el malestar. Yo, que te estaba acompañando, guardé las llaves, cerré la puerta y me recosté junto a ti para cambiarte mi calor por tu frío, y estabas solo, y estabas conmigo. Eramos tú, tu molestia y ahora tu calor y mi frío. Yo no estaba aunque siempre estoy. No me gusta cuando te veo y los músculos de tu rostro son de piedra mientras mis palabras de arena ni me gusta que de tu boca no salgan las frases que tiene que decir alguien como tú, alguien que definió la palabra imposible cuando decidieron describirlo. Si vas a caminar hacia adelante abstente a las consecuencias porque hacia adelante quieren caminar muchos y muchos son los que al querer caminar más rápido detienen la marcha segura que puedes tener y, entre otras cosas, te hacen preguntarte a ti mismo si está bien lo que haces cuando la pregunta de por sí es estupida. Mira hacia adelante, hacia donde estabas mirando y sigue por tu camino pase lo que pase.> "


Fin de la primera carta.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
brabazO!

es un gran pensamientO!

sorprende xD...
Daniela Franco ha dicho que…
Betun. tu quieres tus comentarios aqui. ya pues elos aqui.

esta lindo tu ultimo post.
escribes lindo oie! OIES? no pues LEES!

en fin :D.

q sean muchos mas :D

►Dani F.♥
Sharleen ha dicho que…
♥♥ Hermosa, me encanta...^_~

Felicidades!

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